miércoles, 5 de octubre de 2016

Los homosexuales y la Iglesia Católica


       En la página web del obispado de Alcalá de Henares (www.obispadoalcala.org) hay un apartado que se llama "Homosexualidad y Esperanza",  al verlo escrito con la inicial en mayúsculas pensé que se trataba de algún asunto jugoso de la presidenta de la comunidad de Madrid, pero no, no se trata de eso. Se trata de una serie de escritos que sirven para "si alguna persona (homosexual) desea un cambio o evolución, o quiere formarse sobre este tema, desde el respeto a todos, informamos de los siguientes textos y recursos"

      La lista comienza con tres epístolas del talibán, misógino y nada cristiano Pablo de Tarso que no tienen desperdicio, y el capítulo 9 del Génesis.

     Este capítulo de las Sagradas Escrituras, teóricamente escrito al dictado del mismo Dios, trata de la destrucción de Sodoma, y viene a contarnos que Dios se cabreó con los sodomitas porque estaban todo el santo día dándole al tema homosexual y decidió exterminarlos, lo mismo hizo Hitler unos siglos después y la Historia y yo lo tenemos como un monstruo genocida.

     En Sodoma habitaba un hombre bueno y justo que no participaba de tales prácticas y el buen Dios le mandó un par de ángeles para avisarle de lo que iba a hacer y pudiera ponerse a salvo con su familia. Los sodomitas se enteraron de tan celestial visita y se acercaron a casa de Lot para conocerlos, parece ser que bíblicamente;  también es que Dios, en su infinita sabiduría, no debería haber mandado a dos chicos rubios, monísimos y con alitas en la espalda (vamos a dos ocupantes de una carroza del desfile del Día del Orgullo) a Sodoma, porque son ganas de provocar, digo yo.

      Al elegido por Dios, no se le ocurrió nada mejor para salvar a los enviados divinos que ofrecer a sus dos hijas para el solaz de sus conciudadanos: "Amigos, les suplico que no cometan esa ruindad. Yo tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca. Pero no hagan nada a estos dos hombres" (Génesis, cap. 9 - ver. 7 y 8).

     La enseñanza que se desprende de esta Santa Escritura es que si se mantienen relaciones sexuales homosexuales consentidas, Dios te manda una lluvia de fuego y azufre, y que si entregas a dos chicas adolescentes a una multitudinaria violación te vas de rositas. Como para no cagarse en D...

     El final de esta historia nos cuenta que Lot se refugió en una cueva cercana con sus hijas (su mujer se convirtió en estatua de sal por cotilla) y que allí sus hijas, que se aburrían mucho, decidieran emborrachar a su padre y follárselo. Instructivo y edificante.

     Así que ya sabéis, homosexuales del mundo, si queréis salvaros del fuego y el azufre, sólo tenéis que abandonar a vuestras parejas, violar a unas cuantas jovencitas (amigas lesbianas, en vuestro caso, tiraros a unos adolescentes), procrear y cuando vuestros vástagos estén en sazón os lo montáis con ellos; eso sí, con el eximente de intoxicación etílica.

     Luego nos extrañamos de que existan la violencia contra las mujeres, los abusos infantiles, la homofobia, etc., pero a nadie se le ocurre prohibir la difusión de tamañas barbaridades.

4 comentarios:

  1. Es inaceptable. Pero, después de todo ¿hay alguien que haga caso a esas "enseñanzas"? Lo dudo.

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  2. Muy bien escrito y documentado MANOLO. ¿Las citas son de la Biblia o de los Evangelios Apócrifos? Yo añadiría la intolerable comparación de los homosexuales con el terrorismo de la Yihad, perlita que nos ha dejado no sé qué arzobispo, monseñor o lo que fuere de nuestra Santa Madre Iglesia Católica. Que conste que me he criado en un ambiente familiar católico prácticante, pero mis padres nunca hubieran aceptado tan abominable comparación.

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  3. La Biblia está repleta de este tipo de aberraciones, el problema es que sus seguidores no lo consideren como tal...

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